Viene, y se va..

"Manos que escriben, piel que sucumbe a las letras. Crean, siempre crean, palabras, frases agazapadas o melodías interminables, perdidas, buscando un peldaño, una baldosa segura. Sin miradas, sin presiones, sin conocimiento de meta, sin destino ni pasado. Cabeza gacha, que sólo al final del todo se alza con la seguridad de haber hecho la mejor composición posible. En mi mente se despliegan las ideas. Hay cientos de alteraciones, hay emoción, semicadencias, silencios… cambian las tonalidades y los compases, pero se mantiene intacta la forma, llegará al punto en que sin titubear os hará temblar a vosotros. Público, ambiente, vivencias que habéis marcado esta cadencia, cuasi-perfecta.

Yo pongo la meta, encontrar la nota que os marque, como una cicatriz, no me importa si hiere, no me importa si no os duele, u os emociona, porque mi meta no es otra. Que callen los fantasmas y los ignorantes, ausentes de pasiones. Que caiga la redundancia que hace que pierdan valor las palabras. Que sólo sea redundante la pasión, que te susurre al oído algo diferente cada día y cada noche. Que mis manos se pierdan por tu cuerpo, que te hagan temblar, que me pidas no parar. Que me robes los besos, que me regales gemidos, sonrisas y mucha picardía. Que desde aquí, crees tu propia melodía, sobre mi, sobre las dos, que me haga tiritar, perder la cabeza, enloquecer y sucumbir sin miedo. Y que entonces formemos una obra sublime en la que los grados nos dominen, que caigamos desplomadas sobre la cama desbaratada, perfecta, y abatidas, como una noche más de tantas otras…"