Las agujas secas de los pinos cubrían todo a su paso. Los árboles estaban completamente desnudos y si alguien hubiese pasado por allí, hubiese sentido el crujir de la maleza que acolchaba el terreno cubriendo multitud de socavones. Pudo ser un cigarro, lo que prendió en el bosque, pero fue una hoguera de alguien miserable. Con una rapidez vertiginosa las llamas se extendieron descontroladamente. Al dragón, que permanecía dormido en una cueva, le sorprendió el incendio y no tuvo tiempo de escapar. No podía ser real. Rugía con furia, rugía con ira, mientras las llamas abrasaban sus alas y caía. No vio a tiempo cómo el cielo se cubría y descargaba con dulzura el agua de sus nubes. El contraste era impecable. El dragón lloraba. En sangre viva, la carnero ja. La savia, viva. Mientras moría sentía la caricia de las gotas y la calma de sus heridas. Un huracán convirtió al dragón en Draco. Un árbol de corteza lisa, ramas fuertes y ramificadas con raíces áreas y copa redondeada. Otra
"En un sofá viejo, con vestido negro de fiesta, hablando con el resto de la gente, y tu observándola un poco más desde la distancia. Pues sí, la "admiración" que sentías por esas otras chicas es del mismo tipo a la admiración que has sentido por ésta tía pocos años atrás, la misma que ahora tienes delante de tus narices. Te gusta. Claro que te gusta. Pero hasta aqui, porque juega en otro nivel, esta clarísimo...
--Hasta que los cerdos empiezan a volar...--
- Hay algo que no sabes, yo... he tenido ya una pareja...
- ¿Ah si? Bueno, yo también, de hecho, más de una.
- ¿¡Qué!?
--Hasta que los sapos bailan flamenco...--
Y notas que desde la distancia te devuelve las miradas, busca el roce de tu piel, o sacarte una sonrisa. Hasta que su mano busca la tuya, hasta que sus labios te dicen eso que quieres escuchar. Hasta que te quedas a solas un momento con ella y ambas sabeis que no hay nada que decir. Hasta que llega esa "pausa" que elimina todo lo demás. Y hasta que esa pausa de unos pocos segundos se rompe por la típica interrupción de una película americana. Cuando entonces, volveis a la realidad y os preguntais.. ¿Qué ha pasado? No ha sido nada, ¿Verdad?
--Hasta que los árboles se pongan a hablar...--"
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